La fotografía de una niña bellísima que representaría a los refugiados afganos y que mostraría a Occidente la lucha a la que éstos se enfrentan por conseguir sobrevivir en un contexto en donde la vida está en constante peligro, se convirtió en una de las imágenes más famosas que publicaría la National Geographic en toda su historia.
A través de la lente de Steve McCurry millones de personas se enamoraron y crearon conciencia sobre aquellos hermosos ojos que retrató en un campamento de refugiados en Pakistán. Pero cómo habría de hacer aquel fotógrafo para limitarse con haber conocido la primera parte de la historia de la vida de aquella entonces niña.
Personalmente puedo decir que el documental sobre la búsqueda de la mujer afagana me hizo reflexionar sobre el trabajo previo y posterior de un fotógrafo, pues no sólo me hizo pensar en lo duro que debe ser esta labor al enfrentarse a situaciones tan duras como escuchar la historia de aquella niña, tomar una fotografía de ella, marcharse y poder dormir sin saber qué ocurrió en su vida. Afortunadamente McCurry logró encontrar entre millones aquellos impactantes ojos que tras diecisiete años de una vida verdaderamente dura seguían guardando la escencia que casi dos décadas antes fue capturada por una lente, y que esta vez contaban la segunda parte de su historia. Sin embargo no todos los fotógrafos tienen la posibilidad de conocer esa segunda parte, así que no les queda más que seguir y mantener en la memoria a cada uno de los personajes de sus historias, y ello me parece verdaderamente respetable.
3 comentarios:
Bien, bien aunque quizá la palabra mas correcta será "emoción" más que visceral .... pero bueno....
gracias por tu post
Por cierto ( imagen ) no lleva acento. Ya lo corregí.
Asi lo escribiste: La historia detrás de una imágen...
Asi debe ser: La historia detrás de una imagen...
...cierto!!! *;* aww lo sientooo, gueno ya corregí las dos cosas, gracias :)
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