En el documental se plantea la idea de que el trabajo de fotógrafo para Nat Geo no es, en muchas ocasiones como nos la imaginamos, que no siempre es un trabajo envidiable ya que en muchos momentos es realmente difícil la convivencia que se tiene con las personas de otros países, culturas lugares, y claro, eso en el mejor de los casos que te encuentres con otras personas, y es aquí, como dice el documental, en muchos sitios tu eres el extraño y eso hace mucho más difícil el acceso a las verdaderas tomas buenas, a las verdaderas historias.
Durante más de 100 años Nat Geo nos ha traído desde los lugares más recónditos del mundo miles y miles de fotos que nos permiten ampliar nuestra capacidad de entender y conocer nuevas cosas, culturas, animales, etc. Esto para nosotros, en nuestras casas, es lo más cómodo que puede pasar, ya que simplemente abres una revista en la pagina 30... o 35 y encuentras la foto de uno de los animales más extraños que habitan las profundidades del mar.
De lo anterior hay algo que no llegamos a entender, y es que para que esa foto se tomara una persona tuvo que, en el mejor de los casos bajar en un submarino y tomar la foto de dicho animal, el problema viene cuando estas fotos ponen en riesgo la vida de los fotógrafos, aunque siempre al final se encuentran con la mejor foto, con la mejor toma, con el mejor disparo, ya que “tienes que seguir disparando por si acaso”.
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