Yo estaba acostumbrada a pasar el 15 de septiembre rodeada de mi familia generalmente en Tepoztlán, pero parece ser que los universitarios tienen una visión totalmente diferente de lo que tiene que ser ese día, la cual adopté yo también teniendo como resultado un festejo patrio rodeado de amigos y decoración... en un antro.
Festejar el grito de esta manera es sólo una excusa para salir de pachanga porque en realidad a las 11:00 pm cuando todo ocurre uno está afuera del lugar en la cadena esperando a que abran.
Afuera de Hotel, el antro al que fui, había una especie de kermés, vendían elotes y algodones de azúcar, pero a nadie realmente le interesaba. Adentro estaba todo decorado con papel picado con los colores patrios, regalaban jarritos de barro con palomas, sobre las mesas había cornetas y sombreros y pasaban personas con pastas tricolores para pintar la cara de cualquiera que cruzaba su camino.
Mis amigos y yo la pasamos muy bien y por supuesto sazonamos la velada con mucho tequila, tal vez demasiado... una fuerte caída del toro mecánico (porque había uno) me hizo intuirlo.
Normalmente como a la una de la mañana pasan un vídeo con la repetición del grito y para mi desilusión pasaron uno pero de broma, el descontento me duró pocos minutos y después regresé a la diversión .
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