Festejar el grito de esta manera es sólo una excusa para salir de pachanga porque en realidad a las 11:00 pm cuando todo ocurre uno está afuera del lugar en la cadena esperando a que abran.
Afuera de Hotel, el antro al que fui, había una especie de kermés, vendían elotes y algodones de azúcar, pero a nadie realmente le interesaba. Adentro estaba todo decorado con papel picado con los colores patrios, regalaban jarritos de barro con palomas, sobre las mesas había cornetas y sombreros y pasaban personas con pastas tricolores para pintar la cara de cualquiera que cruzaba su camino.
Mis amigos y yo la pasamos muy bien y por supuesto sazonamos la velada con mucho tequila, tal vez demasiado... una fuerte caída del toro mecánico (porque había uno) me hizo intuirlo.
Normalmente como a la una de la mañana pasan un vídeo con la repetición del grito y para mi desilusión pasaron uno pero de broma, el descontento me duró pocos minutos y después regresé a la diversión .





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