En este segundo capítulo pudimos observar la transformación de una de las publicaciones más reconocidas a nivel político en México. El caso del semanario Proceso es una de las muestras de que los fotógrafos finalmente pudieron ganar una lucha para el reconocimiento de su labor y lograron estar a la par de los reporteros. También pudieron llevar una propuesta en cuanto a la imagen que convirtió el departamento de fotografía de la revista en un área de propuestas, no sólo de abastecimiento de placas.
En mi particular opinión , me pareció un poco presuntuoso que se remarque en el libro que todo era igual de gris antes de la llegada del fotorreportero Ulises Castellanos a la publicación y que después todo parece indicar que los cambios en cuanto a propuestas y producción se realizaron gracias a su dirección en el departamento de fotografía. Además de ello, considero que no era necesario incluir la “Propuesta del departamento de fotografía de la revista Proceso, elaborado en 1999” sino únicamente incluir las partes más esenciales y novedosas de este.
En este mismo orden de ideas, me parece absolutamente innecesario reproducir el texto de Blanca González en los 25 años del semanario, con partes como “…El dinamismo actual del fotoperiodismo de Proceso se debe a los proyectos de apoyo y promoción que ha desarrollado Ulises Castellanos al frente del Departamento de Fotografía...”
Dentro de la parte de Los profesionales opinan… me llamó la atención donde se señala que cubrir la fuente policiaca es un castigo para el fotógrafo y que no hay espacios reales para la fotografía de calidad y contenido. Además se menciona una realidad tangible, que los fotorreporteros tienen que abrirse espacio en el campo profesional para que se profundice el reconocimiento de su labor y puedan tener espacios para publicar buenos trabajos, así como condiciones laborales justas.
Otro punto crucial es vigilar la labor de los jefes de la sección de foto, que se comenta, han llegado a convertirse en el enemigo del artista y en pequeños “caciques” a favor de los empresarios.
Los expertos de la lente también enunciaron las características que debe de tener un fotorreportero, además de conocimientos, audacia y técnica. Comentan que a veces una gran imagen se puede confundir con una imagen grande y que últimamente ya no hay espacio para las fotografías de calidad, cosa que me causó un poco de controversia, porque es precisamente lo que se debe de impulsar.
Dentro de la voz de los expertos, se menciona que una buena imagen se abre camino por sí sola, mientras que debemos de ofrecer puntos de vista e imágenes intersantes que enriquezcan la información, que den al lector una perspectiva diferente y propositiva a fin de que el público sea más exigente y no acepte mala información, malas imágenes y engaños.
En mi particular opinión , me pareció un poco presuntuoso que se remarque en el libro que todo era igual de gris antes de la llegada del fotorreportero Ulises Castellanos a la publicación y que después todo parece indicar que los cambios en cuanto a propuestas y producción se realizaron gracias a su dirección en el departamento de fotografía. Además de ello, considero que no era necesario incluir la “Propuesta del departamento de fotografía de la revista Proceso, elaborado en 1999” sino únicamente incluir las partes más esenciales y novedosas de este.
En este mismo orden de ideas, me parece absolutamente innecesario reproducir el texto de Blanca González en los 25 años del semanario, con partes como “…El dinamismo actual del fotoperiodismo de Proceso se debe a los proyectos de apoyo y promoción que ha desarrollado Ulises Castellanos al frente del Departamento de Fotografía...”
Dentro de la parte de Los profesionales opinan… me llamó la atención donde se señala que cubrir la fuente policiaca es un castigo para el fotógrafo y que no hay espacios reales para la fotografía de calidad y contenido. Además se menciona una realidad tangible, que los fotorreporteros tienen que abrirse espacio en el campo profesional para que se profundice el reconocimiento de su labor y puedan tener espacios para publicar buenos trabajos, así como condiciones laborales justas.
Otro punto crucial es vigilar la labor de los jefes de la sección de foto, que se comenta, han llegado a convertirse en el enemigo del artista y en pequeños “caciques” a favor de los empresarios.
Los expertos de la lente también enunciaron las características que debe de tener un fotorreportero, además de conocimientos, audacia y técnica. Comentan que a veces una gran imagen se puede confundir con una imagen grande y que últimamente ya no hay espacio para las fotografías de calidad, cosa que me causó un poco de controversia, porque es precisamente lo que se debe de impulsar.
Dentro de la voz de los expertos, se menciona que una buena imagen se abre camino por sí sola, mientras que debemos de ofrecer puntos de vista e imágenes intersantes que enriquezcan la información, que den al lector una perspectiva diferente y propositiva a fin de que el público sea más exigente y no acepte mala información, malas imágenes y engaños.
1 comentario:
Agradezco tus comentarios, pero frente al olvido y la mediocridad que nos rodea, si es necesario subrayar cada uno de esos aspectos que para tí son innecesarios...
suerte !!!!
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