Diafragma.
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La abertura del diafragma, o abertura del objetivo, se ajusta mediante una anillo que suele estar en el propio objetivo y viene graduado con una serie de "números f/":
f/1 - f/1.4 - f/2 - f/2.8 - f/4 - f/5.6 - f/8 - f/11 - f/16 - f/22
El tamaño de la abertura del diafragma disminuye al aumentar el "número f/"; eso significa que con f/2 entrará más luz que con f/5.6. También podemos deducir que los objetivos "más luminosos", o sea, los que permiten una abertura mayor de diafragma, son aquellos que tienen un número f/ más pequeño.
Velocidades de Obturación.
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La velocidad de obturación se escoge en el dial de velocidades, que suele ser, en las cámaras de enfoque manual, una rosca situada al lado del disparador. En él vienen indicadas las velocidades, que son en realidad fracciones de segundo. Es decir, cuando indicamos una velocidad de 500, estamos aplicando un tiempo de exposición de 1/500 de segundo. La luz llegaría al negativo sólo durante esa pequeña fracción de tiempo. Cuanto mayor sea la velocidad (más grande el número que escojamos en el dial de velocidades) más pequeño será el tiempo de exposición. Si disminuimos o aumentamos en un punto la velocidad estamos duplicando o reduciendo a la mitad respectivamente el tiempo de exposición.
La velocidad máxima de las cámaras réflex suele ser 1/1000 o 1/2000, aunque también se pueden encontrar cámaras con 1/500 o 1/4000 de segundo.
Naturalmente, cuanto más alta sea la velocidad, menor riesgo existirá de que la imagen no salga perfectamente nítida. Sin embargo, con mucha frecuencia la elección de la velocidad está condicionada por la cantidad de luz. Si fotografiamos en condiciones de luz escasa tendremos que usar velocidades más lentas. En estos casos, si queremos congelar la imagen tendremos que usar película rápida.
La velocidad máxima de las cámaras réflex suele ser 1/1000 o 1/2000, aunque también se pueden encontrar cámaras con 1/500 o 1/4000 de segundo.
Naturalmente, cuanto más alta sea la velocidad, menor riesgo existirá de que la imagen no salga perfectamente nítida. Sin embargo, con mucha frecuencia la elección de la velocidad está condicionada por la cantidad de luz. Si fotografiamos en condiciones de luz escasa tendremos que usar velocidades más lentas. En estos casos, si queremos congelar la imagen tendremos que usar película rápida.
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