viernes, 7 de mayo de 2010

"MANUAL DE FOTOPERIODISMO" POR ULISES CASTELLANOS


Con el prólogo de Vicente Leñero, entrevistas a destacados fotógrafos del gremio periodístico, y la exhaustiva investigación, reflexión y búsqueda de nuevas aproximaciones hacia el fotoperiodismo, Ulises Castellanos presenta este libro como una propuesta para lograr un acercamiento distinto al fotoperiodismo mexicano a partir de sus propia realidad.

Capítulo 1 “El fotoperiodismo en teoría”

En este capítulo encontramos que para entender el fotoperiodismo, de debe entender primero el concepto de periodismo, que si bien, es “una forma de comunicación social a través de la cual se dan a conocer los hechos de interés público”. A partir de esto, se puede definir el concepto de fotoperiodismo como “una actividad artística e informativa, de crónica social y memoria histórica”. También parece pertinente definir el concepto de imagen, aunque existe el inconveniente de que no hay un punto de convergencia entre las diferentes aproximaciones a la definición de la misma; sin embargo, etimológicamente la palabra proviene del latín imagino, cuya traducción puede ser retrato; o bien, “figura, representación semejanza y apariencia de una cosa”. Además, debemos considerar la textura de la imagen como la suma de los elementos incorporados en ella, así como la naturaleza de éstos y del instrumento utilizado para su incorporación. Factores como la luminosidad, la situación y el tamaño también influyen en la estructuración del mensaje fotográfico.

Ulises Castellanos nos plantea a continuación los géneros de la Fotografía de Prensa: 1) La Fotonoticia (eventos no previstos), quizás el género periodístico más impactante, cuyos elementos pueden ser una o más fotografías, sucesos importantes, en el momento de culminación o desenlace, etc., 2) La fotografía de entrevista (retrato) que se puede dividir en la fotografía en la encuesta y la fotografía en la reseña, o también, en la hipérbole, la ironía, la sinécdote, la metáfora y la metonimia, 3) La fotografía deportiva, 4) La fotografía de nota roja, 5) El reportaje que bien puede ser de noticia, de denuncia, de archivo, espectacular, costumbrista, científico y atemporal; y 6) La fotografía documental.

Por último, se realiza un repaso histórico sobre la fotografía de prensa, comenzando por la primer fotografía del mundo (1826), pasando por El Sol de México, el primer diario con fotografías a color en 1960, hasta el 2001 con la aparición de los semanarios Vértigo y Cambio.

Capítulo 2 “El fotoperiodismo en la práctica”

En este apartado, Castellanos realiza un análisis desde su experiencia de las transformaciones que vivió la revista Proceso, donde nos cuenta como en los inicios la imagen periodística se encontraba supeditada al texto, que no contaba originalmente con un Departamento de Fotografía, aunque sí con el talento de Vicente Leñero, quien presentaba maravillosas portadas a pesar de las limitaciones. Con la llegada de Castellanos como el nuevo coordinador de fotografía del semanario, comenzó un replanteamiento de la forma de trabajo de los fotógrafos, así como se estableció una nueva relación con el departamento de diseño y las juntas editoriales. Además, se compraron equipos nuevos y se contrataron a nuevos elementos “con una visión fresca”. De la misma manera, el libro contiene en breve los planteamientos de esta nueva propuesta para el departamento de fotografía en la revista Proceso, misma que data de 1999. Además de anexar la crítica textual de Blanca González Rosas, respecto al arte de la revista con motivo de los 25 años del semanario.

A continuación, el autor nos presenta las entrevistas realizadas a fotógrafos reconocidos en su gremio, tales como Marco Antonio Cruz, fundador de La Jornada; Ernesto Ramírez, fotógrafo de Milenio; Luis Jorge Gallegos, fotógrafo de El Financiero y Reforma; Enrique Villaseñor, director de la agencia Graphpress y coordinador de la Bienal de Fotoperiodismo desde su fundación.

Capítulo 3 “Propuesta didáctica para la enseñanza del fotoperiodismo”

Finalmente, Castellanos concluye con el perfil del fotoperiodista, donde difícilmente se puede llegar a una coincidencia, pero para facilitar una síntesis en este proceso de investigación, Castellanos realiza un comparativo entre las respuestas de los entrevistados destacando la importancia de tener información (cultura general) y capacidad crítica, así como también dominio de herramientas fotográficas (habilidad técnica), sensibilidad (humana) y apertura, sensibilidad visual (creatividad), y gusto o interés por el trabajo. L

uego, nos presenta su propuesta didáctica, cuyos fundamentos se basan en la propuesta de Julieta Valentina García Méndez y María Alejandra Lastri López del área de Ciencias Políticas (UNAM, 1998). También se desarrollan los tres ejes analíticos del proceso didáctico: 1) De enseñanza (profesor-contenido-estrategias), 2) De aprendizaje (alumno-contenido-objetivos) y 3) De comunicación (profesor-contenido-alumno).Y se anexa el programa temático de dicha propuesta didáctica.

Finalmente, Castellanos presenta sus conclusiones a partir de su experiencia profesional y personal, y sostiene que el fotoperiodismo como un medio informativo, debe estar respaldado por el conocimiento, y recalca que la ausencia de preparación académica de los fotorreporteros mexicanos es la consecuencia del valor secundario que se le ha dado a la fotografía en los medios de comunicación impresos.

Fuente: Castellanos, Ulises. (2003) Manual de fotoperiodismo. Universidad Iberoamericana.

No hay comentarios: